sábado, 10 de marzo de 2012

PROPUESTA DE ETICA UNIVERSITARIA EN JUTIAPA

Estamos viviendo una de las décadas más ricas en la aparición de necesidades sociales y de exigencias de adaptación dirigidas al mundo universitario y de forma especial al profesorado. La propuesta de ética universitaria en Jutiapa se ubica en los contenidos de aprendizaje y sobre los estilos de docentes del profesorado.
Las universidades del departamento de Jutiapa, iniciando por sus autoridades, personal docente, estudiantes, personal operativo, deben enfocar su visión y misión en la formación de ciudadanos(as) con valores éticos que les permita comprender la situación que vive la población del país, y  poder contribuir al  desarrollo de las comunidades donde viven.
Para contribuir al desarrollo de nuestras comunidades es importante, avanzar hacia un modelo de universidad que comparta la conveniencia de incorporar en sus programas de formación contenidos de aprendizaje relacionados con valores y actitudes, requiere que en cada carrera se establezcan objetivos terminales referentes a lo ético y lo moral en sus diferentes etapas. Es decir que el proceso de aprendizaje de los estudiantes y el diseño de las condiciones hagan posible ese cambio.
Los docentes  deben  cambiar de actitud en cuanto al proceso de planificación, metodología, evaluación y a la identificación de objetivos terminales vinculados con los aprendizajes de los estudiantes, que debe ir en relación a la carrera.
Los profesores de las universidades de Jutiapa, deben responder a las necesidades sociales actuales, tales como a la adaptación a la sociedad de la información y de las tecnologías; la integración al fenómeno de la globalización y el análisis de su impacto en los diferentes ámbitos de la ciencia, la tecnología, la economía y el mundo del trabajo; la atención a la diversidad de los estudiantes y la preocupación por alcanzar la excelencia académica, la rendición de cuentas de los recursos públicos recibidos, y el establecimiento de las metas, prioridades e indicadores en función de cuyos logros obtener más recursos.
La formación de los estudiantes debe ir enfocada a la a prestar un buen servicio al público, para dar cumplimiento a sus deberes y obligaciones morales.
La formación del siglo XXI, exige del profesional universitario, principios éticos y la práctica de valores que lo permitan visualizar como un medio de transformación de la actual sociedad en decadencia.
Los profesores: Debe tener un modelo profesional en continuo movimiento, sin espacio y sin tiempo asegurado, con continuas y aceleradas incorporaciones de nuevos conocimientos y técnicas de trabajo, demanda un profesional con la “cabeza bien organizada” que conozca la disciplina pero que sepa aprenderla y de forma autónoma que sea capaz de aprender unos contenidos pero también de desaprender los obsoletos y adquirir otros nuevos.
La segunda realidad social que se debe tener en cuenta es la formación integral de la persona, la que debe incorporar la formación ciudadana, todo lo que tiene que ver con la persona: ética, moral, valores y sentimientos de los estudiantes.
Lo anterior con el propósito que los profesionales construyan de una forma autónoma y estratégica su conocimiento, y la formación de ciudadanos que actúen de forma responsable y comprometida.
En conclusión la propuesta ética debe enmarcarse en cinco componentes:
  1. Aprendizaje ético
  2. La naturaleza del desarrollo moral de la persona
  3. Tipos de contenidos de aprendizaje y/o de saberes culturalmente organizados y socialmente construidos que consideramos necesarios para el desarrollo de auténticos ciudadanos en la sociedad  del siglo XXI desde el enfoque de aprendizaje ético.
  4. La figura del docente no como experto en un área del conocimiento encargado de transmitirlo, sino como un gestor y dinamizador de auténticas prácticas de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación.
  5. Fundamental el escenario educativo donde se encuentran el estudiante, los contenidos que hay que enseñar y aprender.
En consecuencia la tarea educativa y formativa de crear condiciones para el logro de  determinados aprendizajes, la tarea pedagógica y ética, también en el ámbito universitario, debe consistir en identificar y generar las condiciones que garanticen aprendizajes éticos, es decir, orientados a la optimización de la persona en su dimensión individual y como miembro de una comunidad, para que sea capaz de alcanzar mayores niveles de felicidad y equidad en su vida profesional, personal y ciudadana.
El profesorado universitario debe caracterizarse por un modelaje construido por principios y valores éticos, que le permitan al estudiante imitarlos y mejorarlos para la construciòn de una sociedad, próspera, justa y solidaria.